(Spoiler: no necesitas tenerlo todo bajo control para sentirte en paz)

Organizarte sin agobios no es una utopía reservada a gurús del minimalismo con agendas perfectas. Es algo que tú, yo y cualquiera que tenga un negocio pequeño y muchas pestañas abiertas en el navegador puede lograr. No se trata de tener todo resuelto, sino de crear un sistema que se adapte a tu vida, y no al revés. Aquí va una historia muy real (y bastante caótica) para demostrarlo.

El lunes todo es posible (o eso parece)

El lunes arranco motivada. Abro Notion, pongo playlist de foco suave, me sirvo el café bueno… y empiezo a organizar mi semana como si estuviera en un universo paralelo donde tengo energía infinita, cero imprevistos y la capacidad de concentrarme como una monja tibetana.

Hago bloques. Creo etiquetas. Muevo tareas que llevan dos semanas dando vueltas. Me siento poderosa.
Soy esa persona. Esa que planifica. Esa que esta vez sí va a cumplirlo todo.

Hasta que llega el martes.

De la gloria al caos (en 24 horas) 


El martes ya empiezo a negociar conmigo misma. Esa tarea que puse para «antes de comer» se desliza sin resistencia a «después de comer». Y así empieza la gran mudanza de bloques.

El miércoles aparece una tarea que no existía el lunes pero que hay que hacer sí o sí.

El jueves veo que algunas cosas están sin tocar y empiezo a arrastrarlas como si fueran muebles pesados. Y de paso, me arrastro yo también un poco.

Y el viernes… bueno. El viernes miro la lista original y me río bajito. O lloro. Depende del día 😂

El plot twist: planificar como si fueras humana

Un día me pillé intentando planificar la siguiente semana sin haber tachado ni el 40 % de la actual. Y entonces se me encendió la bombillita.

El problema no era mi sistema.

Era la expectativa absurda de que podía con todo, siempre, en 5 días y sin siesta.

Empecé a hacer una cosa sencilla pero salvadora: planificar con un 70 % de realidad + 30 % de huecos para el caos.

Mi receta para organizarme sin dramas

  • Me pongo 3 tareas clave al día (no 7).

  • Agrupo tareas parecidas para no ir de salto en salto.

  • Elijo una cosa “descartable” por si se me va de las manos la semana.

  • Y lo más loco: me permito no hacerlo todo (aunque a mi yo exigente le cueste aceptarlos)

❤️ Si a ti también te pasa…

Si también haces planes como si tuvieras un clon, un equipo de duendes y energía de yogui iluminada: te entiendo.

Lo estás haciendo bien. Aunque no taches todo.

A veces sobrevivir la semana ya es un logro.

Y si quieres herramientas para que ese caos tenga al menos forma bonita, te dejo por aquí algunos recursos que igual te salvan el lunes que viene.

👉🏻 Ver recursos para organizarte sin agobios